Prevención de violencias
En Brasil es considerada violencia sexual todo acto libidinoso sin consentimiento, aunque no haya acontecido conjunción carnal.
En caso de violencia sexual, se debe buscar cuanto antes una Unidad de Salud.
En el servicio de salud serán ofrecidos medicamentos para profilaxia de enfermedades sexualmente transmisibles, sífilis, HIV y vacuna contra hepatitis B. En caso de mujeres o adolescentes del sexo femenino, también es ofrecida anticoncepcional de emergencia (método para prevenir el embarazo forzado e indeseable, fruto de estupro).
Brasil fue formado por diversos pueblos y posee enorme diversidad étnica, racial, religiosa y cultural. En el país el racismo es considerado crimen sin fianza y no prescribe.
Los niños y adolescentes son protegidos por la ley contra diversas formas de violencia, entra las cuales negligencia, discriminación, abuso (inclusive la sexual), crueldad y opresión.
Para la atención de urgencia como consecuencia de accidentes, violencias o urgencias clínicas, Marque 192 - SAMU (Servicio de Atención Móvil de Urgencia).
Si tiene conocimiento de caso de abuso y abuso sexual, malos tratos físicos y/o trabajo de niños y adolescentes, llame al 100 - Marque Derechos Humanos o Marque 181 - Policía Militar.
Violencia contra personas de la tercera edad puede ser denunciada, Marque 100 o el teléfono 0800 41 0001 - Marque Tercera Edad Paraná.
Violencia contra las mujeres es considerada crimen sujeto a prisión. Marque 180 - Central de Atención a la Mujer para comunicar situaciones de violencia contra la mujer.
El consumo de bebidas alcohólicas en exceso es un factor de riesgo importante para que se de la violencia, por lo tanto el uso de bebidas alcohólicas debe ser moderado.
ACUÉRDESE
El consumo de bebidas alcohólicas es un factor que aumenta la predisposición para la práctica de violencia. Además de eso, estar bajo el efecto de alcohol puede aumentar la vulnerabilidad de la persona para sufrir algún tipo de violencia. Si usted desea beber, use el buen censo y moderación.
En Brasil es prohibido dirigir cualquier tipo de vehículo bajo el efecto del alcohol. El consumo de bebidas alcohólicas asociado a la dirección aumenta los riesgos de accidentes de tránsito e trae consecuencias penales y administrativas graves.
La venta de bebida alcohólica para menores de 18 años es prohibida en Brasil.